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Cayetano

     ¡Maldito el día en que nací! Sumergido en un dolor incomprensible, el frío de la neblina rodeaba la cabaña, el ambiente cálido de la habitación se iba enfriando poco a poco mientras la neblina entraba por la ventana creando contrastes de temperatura, tal como ocurrían en la vida de Cayetano.

    Un día, en el año 1600, días como los de mi país, soleado, se oye a una criada gritar,

-¡Viene en camino!-

Aquel bebé esperado vería el mundo al fin. Momento exacto en el que Amelia Margarita está dando a luz… las nubes se amontonan ocultando el sol rápidamente, se oyen truenos, relámpagos de oriente a occidente y la tierra parecía estar cabeza abajo.

     Un cuarto de paredes blancas, descascarando en algunos rincones y en otros cuantos, telarañas acompañaban los pensamientos y las emociones se tornaban confusas al ver la reacción de la naturaleza en su gestar, son interrumpidos repentinamente por el llanto de un bebé; la partera lo recibe y todos se alegran que sea un niño, el dolor y la confusión desaparecen al ver al hermoso niño de mejillas sonrosadas, un silencio sepulcral invade el cuarto y una voz femenina exclama entre inspiración y regocijo -¡Cayetano, será su nombre!-

Pasan algunos años y ahí está, de cabellos castaños, mejillas rosadas, inquieto y fuerte. Corría de un lado a otro en un gran césped con Mago, un perrito de pecas cafés, orejas caídas y cola larga, cuando una vaca en los meros huesos sale a su encuentro haciéndolo rodar montaña abajo; Mago corre persiguiendo la vaca que rápidamente se cansa de corretear a Cayetano que es detenido por la raíz de un árbol, con un brazo adolorido se levanta, acaricia la cabeza de Mago y el dolor se intensifica en su brazo

-   ¡Me lo quebreeeee!- exclama Cayetano

Su vida da un giro repentino desde ese momento, día tras día el dolor, el fracaso y el infortunio se convirtieron en sus fieles compañeros, mientras se acercaba su primer día de clase, culpaba su torpeza de ser la responsable de cada una de sus desgracias.

    Nuevos compañeros y una vida social por comenzar en su primer día de clase en aquella escuelita al final del camino polvoriento, una casita de techos altos y corredores anchos, niños corrían de lado a lado mientras jugaban ignorando su presencia. Cayetano se sienta en un rincón a acariciar a Mago y su vida no cambia en el correr de los días, su vida solitaria era acompañada por su único compañero Mago.

Su vida transcurre en la soledad de los días, el frío se hace presente al despertar cada mañana, para muchos una vida un tanto ironica, para otros una vida demente, para el una completa normalidad; irrumpida a diario por sucesos desastrosos en los cuales pareciera que una mancha negra se posa sobre el. ¿Será una maldición? puede que lo sea, pero no es consciente, su inocencia no le permite siquiera pensarlo, de tal vez haberse relacionado con alguien que pudiera hacerle un hechizo; quizá fueron los gitanos pero ellos no regresan a su pueblo desde hace 50 años; vez donde engañaron a su abuelo con una lupa, la cual le vendieron diciéndole que con ella podría endulzar el sabor de las hojuelas de avena que vendía granero Fontibón.

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